ellos de sus amigos. Además, la razón mísma de que él no había estado en Roma hace tanto más probable que saludando calurosamente a aquellos que él conocía, él deseara ganarse una entrada a los corazones de toda la iglesia de Roma. b. Como ha sido indicado previamente, Prisca y Aquila eran grandes viajeros. Además, ¿qué tiene de irrazonable suponer que ellos regresaron al lugar donde había vivido anteriormente, a saber, Roma? Junto con tantos otros, ellos regresaron cuando el edicto de expulsión
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